martes, 14 de diciembre de 2010

Marc Auge

Hacia una antropología de los mundos contemporáneos

escrito por Leslie Carolina Navarro Borroel

Capítulos 1, 3 y 5

Todo el problema inicia porque en la época moderna se plantea la cuestión de cómo separar la historia de la antropología, hasta donde los trabajos son de historia y hasta donde de antropología.

Pero parece que difícilmente se pueden separar completamente, tanto una como la otra se complementan se meten en el campo de la otra y se complementan por así decirlo, es como dice en la lectura, si la antropología trata con el espacio hablamos de la historia y si el estudio a realizar en la historia es de tiempo, un tiempo localizado entonces tiempo antropológico, (algo así como lo que dijo la concursante de miss universo de que todos se complementan con todos)

Lo único que si hay que tener cuidado sobre cómo manejarlas porque puede llegar a confundirse y perderse un poco en la teoría, pero una vez superado y aclarado dentro de la investigación no veo porque hacer tanto drama, en lo particular no lo encuentro muy difícil siempre y cuando se tenga bien dirigida la investigación.

Se habla de las metodologías (sobre todo las etnológicas) para el estudio de los “otros” usándolos solo como informantes, fuentes exprimibles de información que son lanzadas después de sacarles todo el provecho posible, para el antropólogo el otro siempre será el que se quedo en el pasado, no avanzo y no es moderno en ningunsentido.

Se notan las carencias de ver al otro como moderno, ¿solo los pueblos occidentales lograron entrar a la modernidad? Creo que primero deberíamos preguntarnos ¿Qué es modernidad? ¿Solo es el desarrollo tecnológico y se trata de algo más? También debemos hacer un análisis sobre si estos pueblos mejor conocidos como “los otros” realmente necesitan de esta “nueva tecnología” sería un buen comienzo para otro tipo de análisis y tal vez a partir de estos proponer otra metodología para su mejor estudio.

Definitivamente debemos ponernos a revisar las nuevas teorías, no digo dejar a los clásicos porque aun de ellos aprendemos pero que de esto podemos aplicarlo actualmente.

el surgimiento de la antropología pos moderna

El surgimiento de la antropología pos moderna.

Carlos Reynoso

comentario de Leslie Carolina Navarro Borroel


En esta parte el autor nos muestra cómo fue que surge la antropología posmoderna, los debates, los autores que comenzaron con esta teoría, la metodología que tuvo que cambiar o modificarse de cierto modo para encajar las nuevas teorías y los cuestionamientos por los cuales tuvo que pasar.

En primer lugar menciona que esta nueva antropología surge de la antropología interpretativa de la mano de todos estos nuevos conceptos sobre modernidad y desarrollo visto desde la industria claro.

Por estos tiempos surge Bell, quien expone que la sociedad está dividida en 3 partes, la social, la política y la cultura, sin embargo yo creo que las primeras 2 van de la mano con cultura pero eso ya es punto y aparte.

Bell hace mención de algunos cambios sociales dentro del ámbito laboral, como cambian los sectores económicos desde la industrialización, la aparición de los profesionales, el interés por la investigación y la creación de más tecnología para el futuro, prácticamente es todo esto lo que marca la modernidad y el desarrollo social.

A esto le sumamos que se pretendía hacer a un lado a historia debido a que ya no les era útil porque no encajaba en el marco de lo posmoderno (un paso delante de lo moderno) por lo que se sacaron de la manga la posthistoria (claro solo le agregan el post para que concuerde) como todas las modas deben hacerse los accesorios para que combine con la nueva tendencia.

Me gusta la forma en la que Carlos Reynoso presenta este libro y la forma de criticar la antropología posmoderna, en cierta manera le hace justicia a todos los antropólogos que sufrieron las criticas des esta nueva ocurrencia hecha ciencia ya que se encargo de hacer pedazos las teorías ya establecidas desde hace ya tiempo (por algo son los clásicos) pero tomo la postura cómoda de hacer una verdadera reflexión en la teoría antropológica y proponer algo nuevo que realmente sirviera para su estudio más profundo aunque no podemos negar que esta interesante el tratar de explicar el pos modernismo en la antropología

lunes, 6 de diciembre de 2010

Esteban Krotz

Leslie Carolina Navarro Borroel

Capitulo 8

En esta parte al parecer los antropólogos empezaron a comprender un poco la condición de los otros, ya no eran solo los salvajes, si no que empezaron a verse ellos mismos reflejados, dicho de otra forma, las teorías evolucionistas surgieron argumentando que todas las culturas pasaban por las mismas etapas de evolución social, estos “salvajes” no eran más que la prueba de esto, ellos aun evolucionaban completamente pero con algo de ayuda llegarían al estadío supremo, la civilización tal cual la conocían los europeos.

En lo personal creo que fue lo más acertado que se había dicho en aquel tiempo, ya no tratarían a esta gente como simples animales o seres sin alma, pero aun existían esas diferencias que provocaba cierto rechazo, que difícil seria haber vivido entonces creyéndose el centro del universo y con la obligación de transformar a estas personas en seres “civilizados” forzándolos a dejar sus tradiciones y forma de vida.

Se comenzó a poner énfasis en la metodología para poder investigar estos sujetos de estudio, empezaron a organizarse todas las etnografías así como la metodología para realizarlas; poco a poco mostro una evolución en la cual se presentaba una antropología mas “madura”

Me pareció interesante como maneja Krotz la información, criticando o concordando según el pensamiento, que en mi parecer fue bastante acertado

jueves, 2 de diciembre de 2010

fieldwork is not what it used to be. James D. Faubion, George E. Marcus

Este texto hace un recuento de la necesidad de repensar el concepto del trabajo de campo, va entretejiendo sus aportaciones con las que hacen otro autores, y sobre la urgencia de los aspectos metametodológicos del hacer trabajo de campo. Hace diferencias entre la etnografía tradicional y la etnografía que proponen los "nuevos" antropólogos que ponen mayor énfasis en la fluidez, la multiplicidad y el "desorden" lo cuales critican los "established methodological" cuestiones las cuales nos llegan hoy por hoy en los nuevos aportes que se hacen en cuanto a "posibilidades" etnográficas (autoetnografía, etnografía feminista, etnografía transnacional, etnografía transicional, etnografía situada, etnografía multilocal) lo que viene a complementarse con la ultima parte donde enuncia que los antropólogos/teóricos (aquí habría varias cosas que increparle) deben de criticar menos y proponer más.

Marc Augé Hacia una antropología de los mundos contemporáneos

He de decir antes que nada que Augé plantea una discursividad rayando en lo poético, el manejo que hace de figuras literarias es exquisito lo que nos introduce en una flexibilidad de la retórica, la interpretación, los saberes situados y, por sobre todo, la posibilidad de lecturas "múltiples" es lo que se  nos ofrece en el texto.
El capitulo primero del libro trata sobre cómo han venido la historia y la antropología articulándose, en una primera instancia con la delimitación de sus espacios/objetos de estudio, pero con el paso del tiempo esto ha ido modificándose en la medida de que las dos disciplinas tienen reformulaciones estructurales (particularmente la antropología) .  La idea de distancia=tiempo se rompe en las últimas décadas.
El vínculo entre la historia y la antropología es más que evidente, es necesario conocer los devenires de los grupos a los que se analiza, al mismo tiempo que el proceso actual refleja mucho de su pasado.

en los siguientes capítulos se aboga por la falta de verdadera "ética" de los antropólogos, los cuales siguen sin ver al "otro" como un contemporáneo, pone en tela de juicio que hubiésemos roto con el mito distancia/tiempo lo cual es llamado  de manera teórica como alocronísmo, el antropólogo en su mayoría sigue situándose en otros peldaños con respecto a sus "objetos" de estudio, esa es la discusión que quiere poner sobre la mesa Augé, ¿en realidad consideramos al otro un otro-igual? ¿Estamos dispuestos al "diálogo"? ¿Rompimos con la investigación alocrónica? 
Augé da algunas pociones a esto, lo que hoy se llama autoetnografía, aunque debemos aceptar que la carga teórica y la formación occidentalista que se nos imparte en las universidades (de países neoliberales) nos llevan a "captar" ciertos aspectos de las dinámicas, el hecho de estar insertos en una cultura occidentalizada nos permea  y nos hace obtener saberes situados, 
desde una visión unilateral, pero ese no es el reto del asunto, la subjetividad no existe, ya lo sabemos, pero debemos visibilizar su falacia. Decir en donde estamos y porque vemos lo que creemos ver, es ser conscientes de la graduación de nuestros lentes.
La nueva consigna de la antropología no es la objetividad (muerta con el "observador modesto") sino la objetividad de la subjetividad, debemos plantearnos en la contemporaneidad, compartir, empatizar.
La antropología no como una "institución" de "conocimiento" y reglamentaciones, sino como una fluidez, como un método. La autoridad del antropólogo como figura dadora y creadora de órdenes y estructuras es caduca, uno no puede hablar por el SUJETO, su voz es tan válida como la nuestra, el abuso que la antropología ha tenido en otras épocas es un error que no podemos permitirnos las "nuevas" generaciones, debe haber un diálogo real con ese otro-yo, la labor colonialista de la antropología es dejada de lado, ahora los "primitivos" nos reapropiamos de "sus" herramientas imperialistas y de sus enfoques epistémicos y los deconstruimos para estudiarnos, para estudiarlos, hay muchos reclamos que hacer a la antropología de la primera ola, la "ciencia" se volvió un arma de doble filo donde la deconstrucción es un término clave.  

miércoles, 1 de diciembre de 2010

comentario capitulo 7 de Krotz

la antropologia se convierte en ciencia: el estudio de los primitivos.


Leslie Carolina Navarro Borroel

Son obvias las carencias que presento la antropología al ser una nueva ciencia, sobre todo en una época en la que se estaba descubriendo el mundo, por así decirlo.

Los primeros antropólogos o estudiosos de dicha ciencia se enfrentaron a muchas complicaciones, la más importante es la de mirar lo nuevo sin juzgarlo, sometiéndolo a sus propios prejuicios, lo que llevo a grandes conflictos teóricos.

Al principio, Europa se creyó con todo el derecho y deber de “civilizar” a todos aquellos pueblos que, según la sociedad, eran salvajes y no tenían ninguna noción sobre cómo comportarse.

Con el tiempo se dieron cuenta de que no sería tarea fácil al descubrir todas aquellas culturas diferentes, con diferentes lenguas, poca o nula vestimenta, costumbres que, para aquel entonces eran bastante raras e inadecuadas.

Un ejemplo de estas prenociones o ideas, es la forma en que se expresaban los estudiosos sobre aquellas personas, el tener contacto con aquellos “salvajes” era casi como contraer lepra o algo así, “dios me libre” comento alguno cuando le preguntaron que si había tenido contacto con ellos; sin embargo comenzaron a darse cuenta de que lo que se podría escribir debía ser mas objetivo, el hecho de interpretar como dios le daba a entender no lo llevó a nada, por esto se decidió implementar el trabajo de campo.

No fue sencillo al principio debido a la barrera lingüística, se tenían que contratar traductores y muchas veces la información obtenida no era la real 100% y por este motivo muchos autores recomendaron aprender la lengua nativa para una mejor investigación e interpretación más amplia, esto también surgió debido a que se pretendió hacer un inventario donde se pudieran explicar las variantes culturales como religión, ritos de paso, lengua, ropa etc.

Bueno, que se podía esperar de una ciencia nueva

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Trabajo sobre Krotz

En un artículo relativamente reciente publicado por la revista Antropología Mexicana, Esteban Krotz (1995)[1] planteaba el estado de crisis en la antropología mexicana  como un estado permanente y  afirmaba:
Hay que ver a la Antropología como un proceso constituyente de muchos elementos, un proceso de producción cultural, donde todos los aspectos mencionados, desde las biografías de los investigadores e investigadoras hasta su organización social a través de las instituciones de investigación, docencia, difusión y aplicación; y desde los organismos gremiales y las políticas de investigación gubernamentales en turno, forman parte de la antropología, es decir, son todas sus partes constitutivas (Krotz,1995;10).

Desde luego que por “Antropología” se refería a ese conjunto de disciplinas científicas de origen cronológico y temático más o menos común, que conforma dicho campo de conocimiento (la arqueología, la etnología, la etnohistoria, la antropología física, social, lingüística etc.) (Krotz, 1982) y que en los sucesivo denominaré Ciencias antropológicas.

Así, las ciencias antropológicas y todas sus partes constitutivas se entretejen en sus propios procesos regionales, nacionales e internacionales conformando diversas tradiciones y comunidades científicas (Kuhn) en todo el mundo. De manera se perciben en un constante devenir y como aspectos constitutivos de procesos socioculturales de mayor amplitud y complejidad. A esta condición histórica (Marx, S.F) (Comte, S.F), Krtoz, de laguna manera, la denomina “crisis” y quizá el aspecto más significativo de dicha manera de conceptualizar el estado de cuestión sea que las ciencias sociales estén implicadas a su vez con los procesos socio/ambientales y culturales a los que pretende ofrecer una explicación científica y la orientación de sus prácticas; y que en dicha condición exista siempre una mayor o menor posibilidad de ofrecer un modelo de explicación de dichos procesos y una respuesta práctica y contundente ante ellos. Es decir, momentos de menor y/o de mayor crisis paradigmáticas (en el sentido de Kuhn, S.F) de las ciencias antropológicas.

De modo que en momentos como el actual, dónde la crisis de la antropología mexicana se manifiesta principalmente por una fragmentación (teórica y práctica) en la cual se delinea una gran variedad de modelos y prácticas antropológicas regionales de corto y mediano alcance es evidente la carencia de un modelo antropológico homogéneo como en antaño fuera aquél comprometido con la consolidación y el desarrollo de un proyecto de nación (Sariego, 2007).

Así las cosas, este estado de crisis “mayor” pone en cuestión algo más que el paradigma de la antropología mexicana, puesto que, aunado a este debate, no dejan de cuestionarse  1) la certeza en la definición de sus objetos de estudios, 2) la ética y la eficiencia de sus respectivos métodos y técnicas para aproximarse a realidades desiguales, 3) la finalidad y el impacto de sus objetivos; 4) la estabilidad de las instituciones que las detentan y 5) las relaciones que entablan entre sí para la generación de conocimientos (Giglia, Garma y de Teresa: 2007:10-11). De manera que una crisis en este sentido, debe plantearse sobre todo como un estado latente de constante reorientación, como una situación heurística que abre la posibilidad a una nueva pregunta antropológica. En palabras de Krotz (2007):
… Una crisis, no significa quejarse por el triste estado de esta ciencia, sino reconocerla como el posible lugar subjetivo-objetivo de una nueva reoritentación pendiente, en la que la autorreflexión antropológica y la discusión propiciada por la ciencia de la ciencia podrían apoyarse mutuamente. Puesto que la situación actual debe verse como resultado de un proceso más amplio en la historia del conocimiento, y ambos como elementos parciales de dinámicas y de condiciones socioculturales que los abarcan […] (Krotz: 2007,371).
Esta condición histórica de la pregunta antropológica es siempre una cuestión (una inquietud) por la otredad y resultado de ella. Se renueva constantemente en cada época en un proyecto de humanidad; y es que “la pregunta antropológica […] es la que tematiza el hecho y las causas, el alcance, el sentido y el significado de la igualdad y la diferencia –de lo igual en lo diferente y de lo diferente en lo igual- en las culturas o en fenómenos socioculturales individuales o en conjuntos parciales de este tipo” (Krtoz, 2007:272).
En este sentido, es notable la manera en que surge la forma científica de la pregunta antropológica “que finalmente se estableció, a fines del siglo antepasado y principios del pasado, como la dominante” (Ibidem) con en el paradigma evolucionista enraizado en el encuentro de Europa (un aspecto de sí) con nuestro continente y con otros procesos socioculturales implicados en este mismo hecho. No obstante, “dicha pregunta antropológica no era más que una de sus posibles manifestaciones (Krotz, 2007:372)” que, si bien de alguna manera se olvidó de su tradición utópica, ahora se vuelve a prestar a ella como una alternativa ante su actual estado de crisis.
En palabras de Krtoz (2007): “la tradición utópica de Europa […] puede ser demostrada en todas sus épocas y, a demás, como una especie de análisis de hechos socioculturales basado en el contraste de la propia cultura con otras […]. La utopía se muestra aquí como un determinado tipo de conocimiento en la esfera sociocultural del fenómeno que es el ser humano, de la convivencia humana, que tiene su categoría central en la alteridad y que contempla a esta convivencia como  un proceso con dirección que vincula las naturalezas interna y externa. […] Un conocimiento construido desde abajo, por así decirlo, [que] representa la perspectiva de quienes siempre han salido perdiendo, y que se dirige hacia delante, es decir, a un contenido final todavía no consumado “apuntando e intencionado en las novedades progresivas de la historia[2]” (Krotz,2007:373).
Si bien, las diferencias que muestran entre sí las posiciones antropológicas que se separaron del evolucionismo de comienzos de la disciplina, tienen en común una orientación en contra de la tradición utópica, no dejan de mostrar de pronto tintes utópicos, como aquellas que en el análisis de las configuraciones culturales y los sistemas sociales no cesan de mostrar y hacer notar a los sujetos que les dan vida; o el tratamiento hermenéutico que se le da a la realidad sociocultural, “que se opone a la fascinación ejercida sin resistencias durante demasiado tiempo por los métodos cuantitativos de estudio y por los análisis causales de tipo fisicalista. Sin dejar de mencionar a los herederos de una producción de conocimiento de cuño utópico acerca de la cultura y la sociedad que la superioridad cognitiva y práctica del racionalismo occidental frente a la variedad de visiones del mundo y formas diferentes de vida dejaron fuera de la ciencia establecida en el siglo XIX (como la doctrina ilustrada del derecho natural, diferentes corrientes del  socialismo utópico, algunas de inspiración marxista) (Krotz, 2007:374-375).

Si hay algo que lamentar es que incluso las posiciones que defienden la necesidad de la utopía, su crítica al desorden que su análisis revela, las propuestas para fundar un orden radicalmente nuevo y, más aun, su realización práctica, se inscriben en los ámbitos del ensayo político, de la expresión artística, del llamamiento moral y del experimento social, relativamente fuera de los análisis de fenómenos socioculturales de las ciencias sociales, negando así la existencia de otros formas de conocimiento y de vida y que de este modo, la antropología se traicione así misma, ignorando la condición de los otros.

“Una de las tareas más importantes para una nueva orientación de la antropología que trate de retomar la tradición utópica y de colocarla en el centro de su quehacer, así como vincular la variedad cultural real con la tendencia evolutiva hacia un orden social finalmente humano, será la de superar esta escisión. […] Por tanto, el verdadero punto de partida es la consideración de que no existe un encuentro del pensamiento occidental con el no occidental; existe el encuentro del pensamiento occidental con muchas formas de pensar no occidentales” (Krotz, 2007:276).

En este punto, la alteridad, como eje de una nueva pregunta antropológica, (re)encuentra su relación más estrecha con los fundamentos utópicos, a la luz del estudio de la realidad sociocultural desde la perspectiva del contacto cultural en la era “actual” de la globalización.

Recapitulando, la alteridad se mostró “primero como resultado de la experiencia reflejada de la que surge la pregunta antropológica, del contacto cultural y es, en cierta forma, uno de sus elementos constitutivos, pero sin que sea idéntica a él ni tampoco su consecuencia inevitable” (Krotz, 2007:278). En segundo lugar, la clarificación del concepto de alteridad surge de la presencia de la otredad, característica de toda realidad social, como una categoría de la percepción de de esta realidad y se constituye como una sustancia trípode. La cual a demás de denotar la presencia de otredades, revela la imagen que cada una se crea de sí misma en la mirada de la otra. Una imbricación.

Así, la alteridad es capaz mostrar un concepto que ha identificado como ningún otro a la investigación y a la discusión antropológica –especialmente en cuanto a las culturas de la actualidad y del pasado más reciente-: la etnia. A la fecha, la antropología se aboca a su estudio designando el encuentro entre grupos de personas que tienen un origen común (real o pretendido), una historia basada en ese origen, a menudo también un territorio reclamado como exclusivo y una tecnología especial, referida a un entorno específico; una lengua y un nombre propios así como usos y costumbres comunes.

Al respecto, es evidente que los estados-nación que se estaban consolidando precisamente durante la época en que surgió la antropología científica, imitaban a la etnia en un esfuerzo por crear la homogeneidad cultural que supuestamente se basaba en él y que la ciencia que celebra la diversidad cultural también fue cómplice de su exterminio, puesta al servicio de dichos estados. De alguna manera, la historia de la globalización es también la historia de la extensión y la multiplicación de las naciones y la antropología da cuenta y es parte a su vez de esta historia. Excepto que ésta es una historia entretejida, alterna entre procesos de homogenización como este y de heterogenización:

Así, la antropología en su principio de alteridad da cuenta de la modernidad en la que se han diversificado las identidades que actualmente trascienden las fronteras entre los países dando luz a otro tipo de otredades, además de las interétnicas, como pueden ser los límites entre la ciudad y el campo, o las identidades que se basan en cierto tipo de especialidad profesional y que no se arraigan a un origen común. A esto habría que agregar la cuestión antropológica por las llamadas culturas marginales o subculturas y por colectividades que se empeñan en vivir al margen de los valores, reglas de conducta, normas, etc., que prevalecen de manera general y que, sin embargo, no son impedidas o eliminadas por la configuración cultural hegemónica. Contraculturas que se conciben a sí mismas expresamente como ubicadas en una posición de resistencia frente al orden establecido y que tratan de huir de él y aun de modificarlo (Krotz, 2007:289).

Sobre todo, la nueva pregunta antropológica se compromete –de ahí su sentido utópico con el reconocimiento de un tipo de cultura que caracteriza a toda una época de la evolución, la actual. Subculturas que aparecen de forma diádica y cuya coexistencia es altamente conflictiva. “Pues aquí estamos ante esa diversidad en la se trata del acceso a los bienes necesarios para vivir o que tienen una enorme importancia de otro tipo, mismos que en una parte de la sociedad niega a la otra parte, o bien se los da de manera contralada a cambio a cambio de un trabajo realizado. La diversidad resultante no es otra más entre las varias existentes, pues su raíz es la desigualdad social” (Krtoz, 2007:390). Otra vez, en palabras de Krotz (2007):

La otredad basada en la desigualdad social [en la génesis de esta pregunta antropológica] es decisiva y el principal caldo de cultivo del sueño utópico, pues en este caso no se está negando esto o aquello, sino lo más necesario para la supervivencia física, por lo que sus representantes con frecuencia ha sido denominados como los que no tienen nada que perder todo por ganar. Pero el sueño utópico se puede encender con cualquier tipo de otredad cultural y en la medida que este impulso se experimenta en el marco de una estratificación opresiva se puede volver al punto de partida, en el bello sentido doble de aquello que puede hacer reventar la realidad actual de lo que comienza (Krotz:2007:392).

La modernidad, coloca siempre al presente en relación al pasado. Las otredades, que esta contradicción detenta, se expresan en la multitud de sujetos emergentes y en sus luchas y el reconocimiento que da cuenta la antropología de ellos es su propia identidad.


[1] “La crisis permanente de la antropología mexicana” en Nueva antropología Revista de Ciencias Sociales, Perspectivas de la Antropología Social en México, No.40 año 1995. Véase también: http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/indice.htm?r=nuant&n=48
[2] Bloch (1974, 233) Cif en Krotz (2007:373).

viernes, 1 de octubre de 2010

reparto de temas/teorías

miercoles 6 de octubre

Evolucionismo
Funcionalismo/Estructural funcionalista
Gabriela, Mary, Oscar.

Post (colonialismo/estructuralismo/modernidad)
Trilce, Cesar, .... (se solicitan armamentistas).

Marxismo
Andrea, Enrique, Ricardo.


miercoles 13 de octubre

Utilitarismo
Colonialismo
Braulio, ... (se solicitan armamentistas).

Antropología interpretativa
Interaccionismo simbólico
Lesly, Carlos Alonso.

Antropología crítica/cultural
Ana.

los que no aparezcan con exposición deben de "adjuntarse" en algun equipo.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Más sobre la NETNOGRAFÍA

Lizzette Campechano expuso ayer (22 de septiembre de 2010), con un auditorio de antropólogos en donde sólo faltaste TÚ, su trabajo sobre "Netnografía en las redes de mexicanidad"...

Durante la siguiente sesión seguiremos discutiendo el texto de Marshall Sahlins...

...y además nos pondremos "esquemáticos" porque parece que ya se les olvidaron las principales características de los enfoques clásicos de la antropología...

La idea es que podamos entrar con mayor ENJUNDIA a las discusiones contempóranes, que implican mezclas, debates, hibridaciones, sincretismos, cismas, incestos, tabúes y otros procesos tan queridos y estudiados por los analistas de la cultura...

Mientras tanto: aquí un par de enlaces que te encantarán, acerca de la INTERNET: http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n3/index.html
En la revista Razón y palabra, Número 3, Año 1, mayo-julio 1996

y http://www.razonypalabra.org.mx/ el número 73 de la misma revista (2010) que lleva por título "Cultura digital y vida cotidiana en América latina"...¿Se puede ser más explícito con el guiño antropológico?

Nos vemos el lunes 27 de septiembre...

viernes, 17 de septiembre de 2010

antropología posmoderna. Reynoso

Mi intervención será breve.
A partir de lo que leímos, podríamos dar cuenta de algunos aspectos de la antropología posmoderna:
-el relativismo cultural
-la importancia de la discursividad.
-las voces alternas.
-el <conocimiento situado>
-el descubrimiento del "otro" como un "nosotros"
-nuevas temáticas, nuevos abordes, nuevos discursos, nuevas maneras de armar discursos. y de ahí despego
La antropología posmoderna más allá de ser una revitalización de la antropología o más que ser el reflejo de la crisis insostenible que está teniendo las ciencias sociales, podríamos denotarla como una nueva antropología, donde las normativas y las tendencias dejan de responder a una sola motivación (o intentan dejar de responder a una sola motivación) su discurso lo alega. Situarnos como agentes cantantes, como afectados y afectantes, como observados y observadores, como subjetivos. Hoy por hoy la antropología posmoderna pretende desprenderse de los viejos patrones y de las viejas maneras de hacer antropología, se alegan las performatividades, los resquicios, el obedecer/mandando. La antropología posmoderna es dialógica, estruendosa pero a la vez trata de ser sensible, de decir lo que seas sin ser. Es una sola voz dentro del coro. la antropología posmoderna no intenta ser exclusiva ni excluidora. a lo largo de la introducción se tocan los principios de esta corriente de pensamiento (que no intenta serlo) sus "promulgadores", sus "voceros", sus "vanguardistas" hay que aclarar que la mayoría de estos "nuevos teóricos" no son antropólogos "duros" sino filósofos, hermeneutas o críticos literarios. Esto reformula la línea partida, donde el exotismo de los "otros" deja de ser tan atrayente como el propio exotismo. Podría hablarse de una sociologización de la antropología. De una performatividad discursiva. la antropología posmoderna que plantea Reynoso en la introducción de su recopilación me parece que queda corta. la posmodernidad antropológica es más que teoría, más que vanguarda, es "un situarnos" y desde ahí hablar, es reconocernos como agentes y actores, es plantearnos dentro de las dinámicas. Es ser humanos.

Sesión del 22 de septiembre

Entusiastas antropólogos del cuarto ciclo:
Esta próxima sesión contaremos con la participación de Lizette Campechano. En sesiones previas les comenté que ella ha trabajado con ETNOGRAFÍA VIRTUAL.
Aparte de su charla en el aula, a las 16:00 hrs, ella sugiere la lectura que se puede obtener siguiendo este vínculo: http://www.uoc.edu/dt/esp/hine0604/hine0604.pdf

Nuestra sesión comienza igual que las demás del curso, a las 15:00 hrs. Comenzaremos la discusión de los textos de Marshall Sahlins (capítulos 3 y 5) y continuaremos después de la exposición de Lizette Campechano.

Hasta pronto

domingo, 12 de septiembre de 2010

EL SURGIMIENTO de la ANTROPOLOGÍA POSMODERNA

Me parece difícil hablar de antropología posmoderna, ya que se trata de mi primer acercamiento, así que no garantizo que mis comentarios u observaciones sean del todo atinados y pido una disculpa por ello.
En la introducción que hace Caros Reynoso, a la compilación de autores posmodernos, nos da un panorama general de cómo va gestionándose y bajo qué principios se va desarrollando lo que se le ha llamado o considerado como Antropología Posmoderna.
Reynoso divide la presentación en diez partes.
1.-El contexto la sociedad postindustrial.
Al principio de la lectura, enuncia a Daniel Bell, que es uno de los pioneros en torno al debate de los “post”, en este punto me gustaría puntualizar, que la idea de Bell está encaminada a descubrir el proceso de postindustrialización a partir del nuevo orden económico, tecnológico y social. Sin embargo no lleva su trabajo al análisis de sociedades que no tienen que ver con ese orden.
2.-El proceso: la posthistoria.
Nos habla de una aparente contradicción, en torno al título de posmodernidad, sin embargo explica la noción del término desde un otro enfoque, lo nuevo como mejor es reemplazado por lo nuevo como único.
3.-El antecedente metodológico: el postestructuralismo.
Las ciencias sociales necesitan herramientas que se aproximen mejor a la realidad, herramientas que estén situadas en determinada cosmología de entre tantas, y en cuanto a lo ya existente en muchos casos se deberá “deconstruir” (donde se ataca, se escudriña hasta encontrar algún error para, posteriormente, descalificarlo).
4.-El dogma esencial: la crisis de los metadiscursos legimitantes.
Llegamos a una de las justificaciones, no podemos sostener a la antropología a partir de supuestos particulares, que llevan de trasfondo el carácter positivo de la ciencia.
5.-Ideología, carnavalización, heteroglosia.
Bajtín, fundador de la dialógica, plantea que cualquier expresión guarda una relación dialéctica entre sujeto-objeto, también añade el concepto de heteroglosia, considerando al lenguaje en un proceso de constante cambio, en reconstrucción constante de significado.
6.-La especificidad del posmodernismo antropológico.
La antropología posmoderna no se ubica como una corriente, sino que está constituida bajo diferentes enfoques, de los que se pueden distinguir tres: antropología de la antropología, etnografía experimental, reconstrucción simbólica de cualquier trabajo científico.
7.- Rabinow y el cosmopolitanismo crítico.
Se discute a través de la perspectiva de Rabinow, cómo es que el científico encargado de observar va mediatizando y posteriormente matizando, preguntándose si en realidad el análisis se debe limitar a lo textual, también habla de la etnografía experimental como fuente alterna y hace un pequeño recuento de algunos trabajos que se han hecho en ayuda de ésta.
8.-Dialógica.
La propuesta va con relación al dialogo entre el etnógrafo y el informante, si deseas obtener resultados verdaderos aplica métodos cercanos.
9.-El frente antiposmoderno.
Se retoma y reflexiona acerca de la antropología posmoderna, qué tanto puede considerarse como autocrítica y qué tanto sólo es cuestión de ataque, a partir de los nuevos enfoques dónde se sitúa a la antropología, será que los hechos son particularmente únicos y la historia va en trayectoria lineal...o es que los denominados antropólogos posmodernos tienen la autoridad para acreditar y desacreditar el trabajo antropológico...
10.-La antropología de aquí en más.
Y al final, concluye con una serie de cuestionamientos, como son: objetividad de la antropología ¿simple pretensión o posibilidad? ¿Qué tan casual resulta la aceptación del manejo de un enfoque?
Nota:
Desde mi particular punto de vista, el texto además de hacer fuertes críticas a lo que se ha ido denominado bajo el titulo de posmoderno va mas allá de hacer alusión al trabajo realizado, a los autores, al recuento. Considero que lo importante radica a la hora de reflexionar el por qué. Primero la demanda existente al surgimiento, ya que no es fortuito, además del mantenimiento que ha tenido, así pues tenemos dos preguntas: ¿Por qué surge? y ¿Por qué es vigente?
También considero que hay una gran limitante, que podría sugerir una vía a toda esta polémica y que es otra de las interrogantes que me invaden ¿Qué es antropología? en un sentido profundo, capaz de responder ¿Por qué los antropólogos posmodernos pueden deconstruir a la antropología clásica? ¿Por qué usan de referencia a la antropología clásica para sostener su nuevo tipo de antropología? ¿Será que bajo la perspectiva de un antropólogo clásico, la antropología posmoderna, o mejor dicho “en el campo de las antropologías posmodernas” exista la posibilidad de situarlas como antropología? Y finalmente ¿A quién va orientada la antropología del siglo XXl?
Nota 2: Espero que próximamente mis lecturas sean mas aterrizadas y orientarlas con mayor claridad con respcto a mis posturas. Gracias!

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Teorías y enfoques contemporáneos en antropología.

Saludos compañeros, tiempo de inaugurar el blog.

Primero que nada tengo que admitir que la verdad no se me ocurre ningún comentario crítico sobre el posmodernismo y sobre todo lo que estuvimos abordando acerca de la lectura de Carlos Reynoso. Se hizo un poco evidente que en los cuatro semestres que llevo de formación solo había tocado este tema de manera superficial y nunca había profundizado mucho, sin embargo en esta sesión pude esclarecer al menos las bases del mismo. Sin embargo siento que debo proceder con cautela para no hacer una malinterpretación de lo que en verdad pretende la antropología posmoderna, por lo mismo estuve checando una presentación de la Dra. Anne Warren Johnson para uno de sus cursos de Antropología contemporánea en la Universidad Autónoma de Guerrero (una buena guía al menos para los que recién se inician en la antropología posmoderna como yo, luego les paso el link) así como uno que otro artículo sobre el tema. Entre los conceptos básicos del postmodernismo se encuentra el de que todas las verdades son construcciones culturales y con esto de la globalización se podría decir que se está homogeneizando la cultura, resultado de la aculturación gradual introducida en parte por los medios de comunicación masivos y el sistema capitalista. Si las ciencias sociales, más en específico la Antropología, buscan las verdades relativas de la realidad cambiante entonces me parece que lo adecuado es que la disciplina esté cambiando –o adaptándose- también, pero me quedan muchas dudas sobre cómo se podría dar este proceso. Ver el camino que ha recorrido la Antropología como disciplina así como el que se está perfilando hacia el futuro es algo que nos concierne a todos y que eventualmente decidirá la forma en que realizaremos nuestras investigaciones.

Estoy a favor de algunas de las posturas de la antropología posmoderna, como esa orientación al factor dialógico que le da voz al “otro”, sin embargo me surgen algunas dudas respecto a esto, ¿Existe en este tipo de diálogo alguna actividad de análisis o un proceso de abstracción más a fondo como en la Antropología tradicional o en la investigación científica en general?, o ¿Dónde reside entonces la cientificidad de este tipo de antropología?. También, la postura sobre “todo se vale”, o como dice Foucault, “una verdad por una muchedumbre de verdades”, ¿No se aleja del propósito de las investigaciones que eventualmente llevan al investigador a aproximarse a la "realidad"? Me gustaría mucho entrar de lleno a este rollo y sobretodo leer autores que puedan ser considerados posmodernistas para darme una idea de cómo pueden ser aplicados los fundamentos de la antropología posmoderna y así entenderla mejor. Si por algo me estoy desviando en algunas de las ideas que estoy exponiendo les pido de favor y con toda confianza que comenten la entrada y me ayuden un poco para ya no tener problemas en el futuro. Por ahora es todo, espero sus comentarios. Un saludo a todos.